Entre las recomendaciones que facilita este organismo figuran la utilización de jabones y champúes recomendados por un especialista, así como restringir los tratamientos más intensos sólo a los periodos más molestos. También señalan la importancia de prevenir la sudoración intensa y evitar agresiones climáticas con exposiciones a frío o calor extremos, así como pasar muchas horas al sol.
En cuanto a la utilización de champúes, si bien pueden adquirirse sin receta en una farmacia, lo más aconsejable es acudir a un especialista, ya que no todos los productos anticaspa inciden en las mismas causas: unos son tratamientos para eliminar microorganismos, otros sirven para regular la grasa, otros simplemente son neutros para quienes no toleran los compuestos químicos, etcétera. El farmacéutico o el dermatólogo te ayudarán a escoger el más indicado para tu caso.
Tónicos naturales
Para los casos menos graves y para quienes quieran prevenir la aparición de la caspa, existen infinidad de remedios naturales, que generalmente se aplican sobre el cabello. Estos son algunos de ellos:
- La base para un tónico capilar para fortalecer el cuero cabelludo se logra con una infusión de 50 gramos de tomillo en medio litro de agua durante 15 minutos. Al líquido resultante se añade 400 mililitros de alcohol de 90 grados. Esta mezcla es apta para todo tipo de cabello y se aplica una vez al día en forma de masaje.
- Otro tónico indicado sólo para eliminar la caspa seca se prepara mezclando cuatro cucharadas de limón con cuatro de vinagre de sidra de manzana. Es necesario aplicar masajeando el cuero cabelludo durante diez minutos y posteriormente lavar el cabello con un champú neutro. Lo mismo se puede hacer con una mezcla a base de manzanilla y romero.
- Para quienes se decanten por productos cosméticos, en las farmacias pueden encontrarse una amplia gama. Aquellos que llevan incorporados ortiga blanca están especialmente indicados, ya que esta planta, además de reducir la producción de grasa, previene la caspa, debido a su alto contenido en zinc, ácido oleico, linoléico y palmítico.
- Un efecto muy parecido es el que produce el aceite de abedul, ya sea aplicándolo de forma directa en la piel sobre las zonas enrojecidas o bien a través de champúes o cremas que contengan este elemento, ya que funciona como un depurador de la sangre, además de curar granos y pústulas.
- Las cataplasmas y productos enriquecidos con genciana también pueden aplicarse para la eliminación de la caspa, ya que, además de zinc, sirve para curar heridas y llagas y previene la escamación de la piel. Se utiliza, por ejemplo, para tratar la psoriasis.
- También se puede optar por otros productos que contengan, entre sus ingredientes, aceite de jojoba (hidratante natural) o regaliz (que regula la producción de grasa).